Curriculum una palabra de real importancia para los sistemas educativos, pero el definir este concepto conlleva hablar de un plan, programa, guía de educación, instrumento de cambio social, donde ninguna es una mala definición debido que podemos hablar que curriculum tiene varios significados correctos que han sido modificados por distintos autores a lo largo de la historia y que deben adaptarse según el contexto social que encontremos en nuestra situación laboral. Pensar solamente en esta palabra sin comprender que detrás de ella podemos encontrar miles de fundamentos y modelos que debemos seguir y respetar, además de hechos que a diario encontramos al observar a nuestros docentes que no tenemos que imitar, me hace analizar lo complicado que es interiorizarse en este tema y ver que detrás de ella están las claves que debemos ser capaces de manejar cuando algún día enfrentemos una sala de clases… La gran duda reinante es saber si ¿alcanzaremos en este corto tiempo que nos queda de aprendizaje a dominar los paradigmas de la educación?...
Una pregunta determinante en relación al curriculum que fue presentada durante el transcurso de la clase… ¿Cómo es el proceso de Enseñanza – Aprendizaje? Surgió una especie de conflicto al tratar de responder esta pregunta, pero creo que la mayoría recordó el transcurso escolar que vivimos, donde nuestros docentes nos hacían convivir con una actividad rutinaria, realizando actividades que se repetían durante años, provocando que nosotros, alumnos(as) supiéramos las maneras y formas que tenían de evaluar y enseñar, pero sin querer un simple ejercicio que fue exponer nuestras conclusiones en relación al curriculum me provoco ver lo complicado que es dar a conocer ideas y además aceptar como nuestros compañeros nos hacen un examen crítico frente a la manera que como futuro docente debiera expresarme para ser comprendido y respetado por un grupo determinado de oyentes, esto es lo que me hace cuestionarme nuevamente si en el quinto semestre es el momento y tiempo correcto para poder darnos cuenta si de verdad queremos dedicarnos a este sacrificado, pero a la vez gratificante trabajo de educadores, donde nos encontraremos frente a distintas circunstancias en las que tendremos que afrontarnos nuestros mayores temores… en el caso mío, aunque parezca extraño, es tener que realizar una clase frente a un curso solo de mujeres… tendremos que sacar mucha fuerza y concentración interior para salir victoriosos de los retos que se nos presenten… ¿seremos capaces de cumplir los desafíos que nos prepare el destino?
Lo único cierto es que sólo la experiencia y la vocación pedagógica nos llevarán a ser cada día mejores docentes, con deseos de seguir perfeccionándonos siempre para no quedar fuera de las actualizaciones que va pidiendo nuestra educación y así entregar más y mejores aprendizajes a quienes sean nuestro alumnos(as).
Para terminar esta reflexión, me quedo con las palabras que un profesor nos entregó: “la verdadera función de un docente es entregar al estudiante una actividad innovadora y que provoque asombro, con algún ejercicio que tenga un cierto grado de complejidad, pero que se pueda resolver de manera sencilla”…
